viernes, 16 de mayo de 2014

Carta a un rehén


 ¡Estoy tan cansado de polémicas, de exclusividades, de fanatismos! En tu casa puedo entrar sin vestirme con un uniforme, sin someterme a la recitación de un Corán, sin renunciar a nada de mi patria interior. Junto a ti no tengo ya que disculparme, no tengo que defenderme, no tengo que probar nada. Más allá de mis palabras torpes, más allá de los razonamientos que me pueden engañar, tú consideras en mí simplemente al Hombre, tú honras en mí al embajador de creencias, de costumbres, de amores particulares. Si difiero de ti, lejos de menoscabarte, te engrandezco.
   Yo que, como todos, experimento la necesidad de ser reconocido, me siento puro en ti y voy  hacia ti. Tengo necesidad de ir allí donde soy puro. Te estoy agradecido porque me recibes tal como soy. ¿Qué he de hacer con un amigo que me juzga?
   Amigo mío, tengo necesidad de ti como de una cumbre donde se puede respirar. Tengo necesidad de acodarme junto a ti sobre la mesa de una pequeña hostería y brindar en la paz de una sonrisa semejante al día.
   Si todavía combato, combatiré un poco por ti…”

                               
                                            ----------------------------------------------

2 comentarios:

  1. que lindo carta a un rehén, que lindo leer a Antoine de Saint-Exupery, me gusta mucho.

    ResponderEliminar
  2. Me alegra mucho que te guste. Tiene mucho y muy bueno!!!

    ResponderEliminar