lunes, 8 de mayo de 2017

Faros que iluminan mi camino cumple tres años









                                                                Walter Dresel

La educación es el factor fundamental para instalar creencias, modelos o paradigmas con los cuales los seres humanos nos manejamos en la vida. Enseñar a extender la mano a quien por distintas circunstancias lo está necesitando, es un ejercicio no solo muy estimulante, sino que fomenta la calidez y la solidaridad. En un mundo donde el individualismo cada vez crece más y no importa lo que le sucede a quien está a nuestro lado, es una tarea de todos aportar nuestra voluntad y la disposición a detenernos para saber que le sucede a quienes comparten nuestra vida o nuestro trabajo cotidiano.

Ferran Ramon-Cortés

Vivimos en una sociedad que bajo mi punto de vista se está individualizando. Al lado de iniciativas solidarias encomiables, la gran mayoría de personas viven pensando en ellas mismas y en su bienestar. Los países cierran fronteras para no tener que atender a inmigrantes que puedan poner en peligro sus privilegios, sin pensar ni de dónde vienen (países en guerra) ni qué necesidades tienen (las más básicas).
Creo que tenemos que poner el acento en la solidaridad, y en la abolición de fronteras. Internet ha juntado un mundo que la sociedad y los políticos quieren mantener dividido. El mundo es uno y la humanidad somos todos. Tenemos que luchar contra las políticas racistas, aislacionistas y egoístas, y tomar más consciencia de que lo que ocurre en cualquier rincón del planeta también es nuestro problema.


Francesc Torralba

Deberíamos superar todo tipo de prejuicios y tópicos que nos separan unos de otros. Deberíamos hallar esos elementos comunes que nos unen más allá de los credos, de las opciones políticas y de los sistemas de valores. Deberíamos tomar consciencia de la desgracia ajena y practicar la empatía.


Francesc Assens

Estamos en una época de cambio, un nuevo paradigma y  ya nada volverá a ser como antes, por lo que tenemos que adaptarnos a este cambio si queremos seguir disfrutando de la vida.
Tendremos que acostumbrarnos  a un horario laboral más corto, trabajar por nuestra cuenta, ganar menos, vivir con menos, reinventarnos profesionalmente, sabernos vender, conocernos mejor, relacionarnos mejor a nivel personal y en el trabajo, saber comunicar nuestras ideas, aprovechar el  tiempo libre, y así ser felices, sentirnos en paz y disfrutar de una vida con sentido.


Francisco Carzoglio

Para recibir los frutos de una buena vida, el acento debe estar puesto en el trabajo personal, en la mirada constante sobre uno mismo y sobre aquellos aspectos que, tal vez sin ser del todo conscientes, impactan en los resultados negativos que ninguno de nosotros quiere. Por ejemplo: una persona puede estar honestamente interesada en reducir su aporte de contaminación en la atmósfera del planeta. Su deseo es genuino y su sentimiento también. Pero a lo mejor no repara en el hecho que su dieta, por el tipo de alimentos que consume, es uno de los principales contaminantes del medio ambiente. Su intención de querer el bien es muy apreciable, pero los medios que pone en marcha no son suficientes como para lograr el cambio. Debemos por tanto mirar siempre hacia dentro, observando cómo lo que hacemos repercute en los demás, en el mundo y principalmente en nosotros mismos. Y la mejor forma de hacerlo, es observar si los resultados que estamos obteniendo son acordes a lo que deseamos. Si lo son, podemos continuar por la misma senda. Si no lo son, es una excelente oportunidad para ver qué podemos cambiar que esté en nuestras manos (no sirve querer que cambien los demás, porque todos están queriendo que cambie el mundo exterior) y analizar si las nuevas acciones nos llevan a nuevos resultados.



Walter Dresel

La soledad es intrínseca y no se vincula a los medios de comunicación. Se puede estar muy informado y a la vez muy interesado en saber lo que sucede en los distintos ámbitos de la información y sin embargo tener un sentimiento de soledad muy profundo. Existe la soledad impuesta ya sea por una pérdida o por una ruptura afectiva a modo de ejemplo, y también está la soledad elegida que es el ámbito más propicio para el diálogo interno y para tomar un café con uno mismo y definir lo que queremos para nuestra vida. También existe cada vez más la soledad en compañía. Esta situación en particular es muy triste ya que ese hombre o esa mujer no están solos físicamente, sin embargo desde el punto de vista espiritual perciben que están absolutamente solos.

Ferran Ramon-Cortés

Los medios nos han conectado. Pero no nos han acercado. Esta hiperconexión de todos con todos nos mantiene en una ilusión de pertenencia que es falsa, y encima dedicamos tantas horas a ello, que las sacamos del contacto personal. Sentimos soledad por ausencia de relaciones personales profundas, y mi sensación es que tenemos muchas más relaciones, pero más débiles. Tenemos que volver a recuperar las relaciones profundas, que no serán muchas pero que las necesitamos. Relaciones en las que podamos compartir nuestros sentimientos y nuestras angustias, también nuestras alegrías y triunfos. Que las tenemos muy cerca pero las desatendemos. Si no cuidamos a padres, hijos, hermanos, amigos íntimos, vecinos… un día no estarán. Y nos sentiremos solos por más amigos virtuales que tengamos. Tenemos que ordenar nuestras relaciones y cuidar las que verdaderamente nos importan. Porque a base de querer abarcarlas todas, vamos a perder las más auténticas.

Francesc Torralba

La soledad es una noción de carácter emocional. Uno puede estar muy bien informado y, sin embargo, experimentar la soledad. La soledad es la ausencia de un ser amado, la experiencia del vacío. El antídoto a la soledad no es la información; es la comunidad. La comunidad no es la masa. Se funda en la mutua benevolencia y en el reconocimiento.


Francesc Assens

La soledad no es una sensación incómoda cuando la deseas. Se convierte en problema cuando debido a esta hiperactividad y estrés que estamos viviendo nos hace más egoístas, y más infelices provocándonos una terrible  sensación de soledad. Es preciso realizar un ejercicio de autoconocimiento, saber cuáles son nuestras fortalezas y nuestras debilidades actuales y aprovechar nuestras cualidades para adaptarnos al cambio. Aceptando la nueva situación, nos hará ser de nuevo felices y tener ganas de compartir nuestro tiempo  con los demás.

Francisco Carzoglio

Los medios de comunicación no resuelven el problema de fondo, simplemente lo dejan en evidencia. Las redes sociales son la radiografía perfecta de la necesidad de las personas de sentirse valoradas, de que las escuchen, de que alguien (aunque sea una persona en el mundo) se dé cuenta que están allí. Parecería que cuanto más utilizamos las redes sociales, más mostramos síntomas de soledad y de desconexión con nuestra propia esencia. Así lo indican algunos informes al menos. Lo único que se ha modificado en los medios es el acceso, pero el síntoma de fondo, la soledad que viven muchas personas fruto de no estar siendo lo que desean ser, no puede ser encomendado a los medios. El medio idóneo y efectivo es la auto indagación, el ir hacia adentro una y otra vez para conectar con aquello que tenga sentido para nosotros y una vez encontrado, comprometernos a vivir una vida acorde a ello. Si somos artistas, ¿por qué no dedicarnos a ello? Si nos gusta el campo, ¿por qué no tomar la decisión de salir de la ciudad? Son nuestras creencias no cuestionadas y que damos por válidas como verdades universales, las que nos atan a una vida monótona, sin preguntarnos: “¿esto es lo que yo verdaderamente quiero?” Los medios dejan en evidencia la ausencia de esa tan esencial pero incómoda pregunta.



Walter Dresel

Si partimos de la premisa de que nadie puede dar aquello que no posee, para llegar a estar más unidos y ser a la vez más solidarios y aprender a tener una escucha empática hacia los demás, la primera tarea será personal. Esto significa que debemos poner en orden nuestra casa interna, nuestro yo, nuestro ser interior, para sanar heridas que quizá arrastramos desde muchos años atrás y que nos bloquean y no nos permiten abrirnos a las necesidades de los demás. Una vez que nos conocemos en profundidad, que mejoramos el nivel de nuestra autoestima, y que definimos hacia dónde vamos en la vida, estaremos en inmejorables condiciones para comunicarnos con fluidez y a la vez ser receptores y actores de la construcción de un mundo mejor.




Ferran Ramon-Cortés

El mayor estudio sobre felicidad que se ha realizado en el mundo (con el seguimiento de más de 800 personas durante 75 años) arroja una conclusión reveladora: ni el dinero, ni el éxito, ni el poder tienen nada que ver con la felicidad. Sólo hay un factor que nos hace más longevos y más felices: la calidad de nuestras relaciones. Cuidémoslas pues, más y mejor. Con mayor empatía, más aceptación y más profundidad. Conscientes de que vamos a tener que elegir, pero al mismo tiempo abiertos a que unas entren y otras salgan. Nos jugamos nuestra felicidad y una parte de nuestra salud con nuestras relaciones: pongámonos pues a ello. Con una mirada puesta en el otro, no en nosotros; en lo que el otro necesita, no en lo que nosotros queremos; acompañando al otro, no exigiendo atención. Si mimamos nuestras relaciones, nos irá mejor. Y construiremos una sociedad mejor.


Francesc Torralba

Para mejorar como colectividad resulta esencial combatir la globalización de la indiferencia. La indiferencia es el verdadero mal. Es un mecanismo de defensa, un modo de huir del otro para amurallarse en el propio mundo. Cuando nos abrimos al otro, experimentamos nuestra vulnerabilidad, sentimos que perdemos el control, que estamos a la intemperie. Se debe transitar de la indiferencia respecto al otro a la deferencia frente al otro.


Francesc Assens

La felicidad no es tener todo lo que queremos sino querer todo lo que tenemos.  Para poder hacer felices a los demás primero tenemos que conseguir ser felices nosotros mismos. Aceptar las emociones negativas pero intentar captar todas las emociones positivas que tenemos a lo largo del día, que son muchas más y la mayoría de las veces no sabemos apreciarlas. Relacionarnos con los demás, meditar, aplicar la gratitud, el reconocimiento y aprender a compartir con los demás. Como decía la Madre Teresa de Calcuta, “que nadie se acerque a ti, sin que cuando se vaya sea un poco más feliz”. 


Francisco Carzoglio

Uno de los más graves gérmenes del sufrimiento de las personas es, sorprendentemente, el nivel de certeza con el que viven. Al creer que las cosas son como les parece que deberían ser, su expectativa choca frontalmente con la cruda realidad, generando un nivel de tensión y frustración que difícilmente pueden sortear. Curiosamente, en lugar de replantear si el mapa que hemos trazado ha sido el correcto, volvemos a intentar transitar por los mismos senderos, obteniendo los mismos resultados y por tanto, las mismas frustraciones. Sólo cuando somos capaces de vivir en una actitud permanente de incerteza (de no saber si las cosas que percibimos son tal como las vemos, sino que podrían ser diferentes) allí podemos abrirnos a nuevas alternativas que nos permitan ser más libres, accediendo a nuevas posibilidades. 



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