¿Qué quería decir Kafka con esta reflexión? Nadie puede saberlo a ciencia cierta. Sin embargo, es indudable que el perro, además de compañero inseparable del ser humano, nos enseña virtudes que muchos han dejado de cultivar:
* Lealtad. No solo a una pareja o a un ideario. Igualmente importante es ser leal a uno mismo.
* Cariño. Expresar abiertamente aquello que sentimos por los demás.
* Valentía. Domar el miedo a través del coraje, sobre todo cuando se trata de defender a nuestros seres queridos.
* Alegría. Los humanos deberíamos "mover el rabo" más a menudo a través de la celebración de la vida cotidiana.
* Honestidad. Un perro es un ser en quien confiar: sabemos que estará allí cuando lo necesitemos inmune al cansancio y a la decepción.
Debemos aprender de los perros todo lo que hemos olvidado en el camino para volver a ser humanos.
Allan Percy
Del libro: KAFKA para AGOBIADOS
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